• Rechazo por parte del paciente o familia a la hospitalización a domicilio, o ausencia de cuidador cuando se considera que éste es necesario.
  • Residencia fuera del área de influencia o no tener teléfono
  • Imposibilidad de administrar en el domicilio el tratamiento preciso o situación clínica inestable a criterio del médico que realiza la evaluación.
  • Drogadicción activa o trastorno psiquiátrico descompensado.
  • Residencia a una distancia del hospital que a juicio del médico que realiza la valoración no permite una asistencia adecuada.
Etiquetas: