No es extraño que en las salidas al campo podamos sufrir la picadura de una garrapata. Sin embargo, lo habitual es que este contratiempo pase sin mayores complicaciones y que no suponga riesgos para nuestra salud.

En España, la probabilidad de desarrollar enfermedades tras la picadura de una garrapata es muy baja y éstas, tratadas a tiempo, tienen fácil cura.

¿Qué son?

Las garrapatas son ácaros cuya picadura puede provocarnos sensaciones de incomodidad, reacciones alérgicas, infecciones en la zona picada, parálisis por inoculación de toxinas o transmitir enfermedades infecciosas.

Sus características básicas son las siguientes:

    • Al nacer miden alrededor de 0,5 mm, pero los adultos con el abdomen abultado pueden alcanzar los 2 cm.
    • Sin alimentarse son ovaladas, y planas si las vemos de lado.
    • Son parásitos. En todas las fases de su desarrollo (larva, ninfa y adulto) se alimentan de la sangre de animales vertebrados, incluido el hombre.
    • Tienen piezas bucales apropiadas para traspasar la piel y succionar la sangre.
    • Su saliva tiene componentes anestésicos para que no sintamos la picadura.
    • No saltan ni vuelan, sólo andan.

  

¿Dónde viven?

Las garrapatas necesitan compartir hábitat con los animales de los que se alimentan; mamíferos, aves y reptiles. Son habituales en animales salvajes como ciervos, corzos, jabalíes, zorros, roedores, etc., pero también en vacas, ovejas, perros, etc.

Las especies que con más facilidad pueden picarnos son aquellas que esperan pacientes en la vegetación. Estas especies aparecen con mayor densidad en bosques con sotobosque abundante, matorrales o herbazales; aunque pueden estar también en núcleos urbanos donde viven animales domésticos.

 

Cómo prevenir sus picaduras

La probabilidad de ser picado en nuestro medio por una garrapata es mayor en primavera y otoño, pero hay que tomar precauciones en cualquier época del año.

Antes de salir

  • Ponte ropa adecuada. Si vistes con pantalón largo y lo metes por dentro de los calcetines formarás una buena barrera contra las garrapatas. Si, además, utilizas manga larga, gorra y camiseta por el interior del pantalón, aumentarás la protección.
  • Si te acompaña tu perro, asegúrate de que tiene el tratamiento antiparasitario adecuado.
  • Si vas a utilizar un producto químico repelente, asesórate primero. Y recuerdo que el que es bueno para tu perro no lo es para ti.

En el campo

  • Evita pasar por zonas con hierbas altas, las garrapatas suelen esperar a su hospedador en la parte superior de la vegetación.
  • Procura caminar por el centro de los senderos y no sentarte o tumbarte en sus orillas.
  • No toques el ganado ni los animales silvestres.
  • Revisa tu ropa durante y al acabar el paseo.

Al volver a casa

  • Las picaduras no suelen generar dolor ni picor, por eso es importante que revises tu ropa, tu cuerpo y también a tu perro. Las larvas de garrapatas son muy pequeñas, por lo que esta revisión debe ser completa, poniendo especial atención en zonas donde la piel es fina, tiene mayor flujo sanguíneo o forma pliegues (ingles, axilas, cabeza, parte posterior de orejas, codos, rodillas, etc.)

Cómo actuar ante una picadura

Si durante la revisión encuentras una garrapata, tienes que extraerla lo antes posible (en algunas enfermedades de riesgo de infección aumenta con el tiempo). Si dispones de las pinzas adecuadas puedes hacerlo tú mismo. En caso contrario, acude a un centro de salud.

La correcta extracción de garrapatas debe hacerse con unas pinzas finas de puntas redondeadas y la forma más recomendable es la siguiente:

  

  1. Sujeta la garrapata con las pinzas por la cabeza, lo más cerca posible de tu piel.
  2. Tira de la garrapata hacia arriba con una tensión constante, suave y perpendicular a la piel hasta conseguir su extracción.
  3. Comprueba si alguna parte de la garrapata se ha quedado en la piel. El cuerpo la expulsará, pero si adviertes complicaciones debes acudir a tu médico.
  4. Desinfecta la zona.
  5. Siempre que sea posible conserva la garrapata retirada al menos 4 semanas en un recipiente cerrado evitando altas temperaturas (si desarrollaras alguna enfermedad, el ácaro nos aportará información muy valiosa).
  6. Observa si en las 4 semanas siguientes a la picadura presentas síntomas como fiebre, fatiga, dolores de cabeza, musculares y/o articulares, manchas, lesiones en la piel, etc. Y si es así, acude al médico.

Hay que tener en cuenta que una garrapata puede picar y desprenderse sin que el hospedador sea consciente. Si percibimos estos síntomas después de estar en una zona de riesgo debemos comunicarlo a nuestro médico.

Qué no debes hacer

  • No manipules la garrapata antes de retirarla con las pinzas.
  • No presiones su abdomen abultado.
  • Y no utilices métodos populares como la extracción manual, aceite, vaselina, cigarrillos encendidos, hielo...

Estas acciones aumentan las complicaciones y la transmisión de agentes infecciosos, puesto que provoca que se aferre más a nuestra piel y regurgite sus jugos gástricos con los microorganismos patógenos.

Nunca tomes antibióticos si no es por prescripción médica.

Garrapatas y perros

Un perro es más susceptible de ser picado por una garrapata, ya que es hospedador natural de estos ácaros. Y puede sufrir una leve infección local, una reacción alérgica, anemia en caso de parasitación abundante, o una enfermedad infecciosa.

Por ello es importante que mantengas al animal desparasitado en toda época del año, y que consultes con tu veterinario el método más adecuado.

El protocolo de extracción de garrapatas es similar al de los humanos.

Ante cualquier duda, si sufres una picadura, o para citar casos, ponte en contacto con Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o en el teléfono 941 27 88 70. Recibirás información y/o tratamiento adecuado y podrás colaborar para obtener datos y un mejor conocimiento sobre garrapatas.

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