La digestión es el proceso de transformación de los alimentos, previamente ingeridos, en sustancias más sencillas para ser absorbidos. El sistema o aparato digestivo, es muy importante en la digestión ya que nuestro organismo depende de fuentes externas de materias primas y energía para crecimiento, mantenimiento y funcionamiento. El alimento se empleará posteriormente para generar y reparar tejidos y obtención de energía.

El estómago está dividido en fundus, cuerpo y antro gástrico, en la unión con el esófago se localiza el cardias y en la unión con el duodeno, el píloro, ambas regiones regulan la entrada y salida del alimento al estómago. Además, está formado por varias capas musculares, situadas en diferentes direcciones y que nos ayudan a triturar la comida en el proceso de la digestión.

Una de las grandes propiedades del estómago de los mamíferos es la secreción de jugos gástricos. Los jugos gástricos son un líquido de color claro que se produce en el estómago, en su interior, más exactamente por las células parietales que se encuentran en el epitelio. El jugo gástrico se compone por varios elementos: ácido clorhídrico, cloruro de potasio, cloruro de sodio, agua y varias enzimas que también ayudan al proceso de digestión o procesamiento de los alimentos.

En ocasiones, se puede provocar una lesión de la mucosa gastrointestinal como consecuencia de la actividad acido-péptica, esta lesión se denomina úlcera péptica. Se localiza en bulbo duodenal y estómago más frecuentemente, y se producen en el 5-10% de la población (10-20% si infección por Helicobacter Pylori).

Causas

Las causas de la úlcera gástica y duodenal son principalmente Helicobacter Pylori (Ver video de Dispepsia), AINES: Antiinflamatorios (Ibuprofeno, naproxeno, celecoxib, enantyum®…) y acido acetilsalicilico (Adiro®, aspirina®). Aunque el riesgo de desarrollar una úlcera puede aumentar si se asocia con tabaco, alcohol, bebidas carbonatadas, alimentos picantes…; factores genéticos, factores psicosociales (estrés), enfermedades crónicas de otros aparatos (EPOC, Cirrosis, insuficiencia renal crónica).

Se valorará la posibilidad de una úlcera cuando padezcamos dichos síntomas: Dolor “a punta de dedo”, que aparece en ayunas y alivia con las comidas, deposiciones negras, pegajosas y malolientes, hematemesis (Vómitos con sangre), astenia (cansancio) y palidez cutánea. En estos casos, deberemos acudir inmediatamente a urgencias.

Ante la sospecha de úlcera, la prueba indicada es la gastroscopia.

Complicaciones

Las complicaciones de la enfermedad son las responsables de la mortalidad, éstas son la penetración (Un 20-25% de las úlceras pueden penetrar a órganos vecinos (páncreas, hígado), hemorragia: Se manifiesta como vómitos con sangre o melenas (deposiciones oscuras y pegajosas), perforación (Dolor brusco y de intensidad extrema) y la obstrucción.

El tratamiento de la úlcera dependerá de la causa que la provoque.

  • Si es el Helicobacter Pylori el responsable, se realizará tratamiento erradicador (Ver en video de dispepsia).
  • Si son los AINES o el ácido acetilsalicílico, de forma preventiva habrá que retirar el fármaco cuando se pueda y añadir IBP (Ej: Omeprazol) a dosis habitual en caso. En caso de úlcera retirar el fármaco en el momento agudo y posteriormente evaluar riesgo-beneficio. IBP a dosis dobles durante 8-12 semanas.
  • Abstinencia de alcohol y abandono tabáquico, no consumir bebidas carbonatadas, alimentos con picante, café… En ocasiones, en función del grado de sangrado, se podrá requerir tratamiento endoscópico.

En caso de perforación o fracaso del tratamiento endoscópico, estará indicado el tratamiento quirúrgico.

En caso de úlcera gástrica (no en la duodenal), se revisará mediante gastroscopia a las 6-8 semanas y se recogerán biopsias.

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