Vamos a abordar en este vídeo las repercusiones que la falta de adherencia tiene en el control de las enfermedades, sobre todo en el control de las patologías crónicas, que por su larga evolución, son más susceptibles de tener este problema sanitario y presentan los menores porcentajes de adherencia.

También comentaremos sus causas, consecuencias y las medidas que tanto los profesionales sanitarios: médicos, enfermeras y farmacéuticos, como los pacientes, debemos adoptar, en un ejercicio de responsabilidad compartida, para mejorar los resultados en salud que deberían obtenerse con los tratamientos prescritos.               

La OMS considera que las actuaciones que aumenten la adherencia deben ser prioritarias, por las consecuencias negativas que la falta de adherencia tiene sobre la salud.

¿Qué se entiende por adherencia?

Grado en que la conducta de un paciente respecto a la toma de medicación, al seguimiento de una dieta o a la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario (OMS 2003).

Por tanto, corresponsabiliza a los pacientes en los resultados en salud que deben obtenerse, recalca la importancia que tiene la conducta de los pacientes en el buen cumplimiento de los tratamientos, incluye no solo a la toma o no de los medicamentos prescritos, sino también a la incorporación o no de una dieta o de hábitos de vida saludable, cambios en la cantidad y frecuencia en la que lo hacemos, suspensión prematura, olvidos, etc. E introduce, hacer partícipe al paciente en las decisiones sobre su terapia.

Definición menos técnica sería el grado en que los pacientes cumplimos o no los tratamientos.

Consecuencias negativas de la falta de adherencia:

Impide el buen control de la enfermedad: fracaso terapéutico.

  • Empeora la calidad de vida del paciente, genera una mayor probabilidad de recaídas y el agravamiento de las enfermedades.
  • Aumenta la frecuentación de consultas en asistencia primaria, especializada, urgencias y en ingresos hospitalarios.
  • Incrementa la realización de pruebas diagnósticas o de control innecesarias.
  • Puede provocar la aparición de resistencias y la mayor virulencia de la patología.
  • Acelera la intensificación de los tratamientos con el consiguiente aumento de reacciones adversas por el uso de medicamentos más potentes y el adelanto de escalones terapéuticos en procesos, que de por sí son de larga evolución, como son las patologías crónicas.
  • Aumento de los costos sanitarios.

Cuantificación del problema:

  • 50% en pacientes crónicos.
  • Tasas de mortalidad en diabetes y enfermedades cardíacas: 12,1% vs 6,7%.
  • Tasas de hospitalización en diabéticos 30% vs 13% y en hipertensos 28% vs 18%.
  • 75% en psiquiatría.
  • 30% - 70% en asmáticos.
  • 50% en hipertensos, diabéticos y dislipémicos.
  • 30% - 40% en patologías agudas.
  • 250 millones de euros en España (Antares, 2013).

Formas de medida:

  • Concentración en muestras biológicas.
  • Resultados en salud (medida de la tensión, hemoglobina glicosilada, colesterol, electrocardiograma, ecografía, etc.).
  • Cuestionarios validados y entrevistas personales.
  • Recuento de medicación.
  • Tiempos de recogida de los medicamentos en las farmacias.

¿Por qué ocurre?:

El paciente es el que decide, según su percepción de la enfermedad y de su situación futura, de la necesidad de tratamiento, de sus circunstancias personales, preocupaciones, rutina diaria, etc.

  • Olvidos y confusiones pueden clasificarse como involuntarias.
  • Temor a reacciones adversas, ausencia de mejoría, tardanza en la aparición de resultados, encontrarse mejor, ausencia de síntomas, tiempo de evolución de la enfermedad, expectativas de curación, esperanza de vida, valor que otorgue a su situación en el envejecimiento, dependencia, tolerancia, innecesario, etc.
  • Complejidad del tratamiento.
  • Deterioro cognitivo o psicológico.
  • Edad, sexo, nivel de instrucción.

¿Se puede prever que la falta de adherencia ocurra?

  • Complejidad del tratamiento: comorbilidades y polifarmacia.
  • Tratamiento con medicamentos que presentan efectos adversos notables.
  • Inadecuada relación médico paciente.
  • Atención fragmentaria con frecuentación de los distintos niveles sanitarios asistenciales y servicios sociales.
  • Enfermedad asintomática.
  • Plan de seguimiento inadecuado.
  • Inasistencia a citas programadas.
  • Falta de conocimiento de la enfermedad y de la comprensión de los beneficios de su tratamiento.
  • Deterioro cognitivo: pérdida de memoria, cofusión.
  • Problemas psicológicos: depresión, y sociales: soledad.
  • Interferencia con los hábitos y costumbres del paciente.
  • Implicación en cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio, etc.).

Actuaciones:

  • Integrar las intervenciones que detecten y aumenten la adherencia en la práctica clínica.
  • Individualizar las intervenciones y extenderlas a todos los ciudadanos.
  • Actuar también sobre otras formas de incumplimiento (hábitos saludables: dieta, ejercicio físico, contenido de sal, azúcar, etc.).
  • Fortalecer la relación entre los profesionales sanitarios y los pacientes.
  • Hacer partícipe al paciente en las decisiones sobre su tratamiento: decisiones compartidas.
  • Corresponsabilizar al paciente en los resultados en su salud.
  • Entrevistas motivacionales informativas y conductuales como estrategia fundamental para aumentar o mejorar la adherencia.
  • Formación y educación en salud: mejorar el conocimiento y evolución de las enfermedades y los objeticos del tratamiento.
  • Enseñar el manejo de los posibles efectos adversos.
  • Simplicidad en los mensajes.
  • Multidisciplinar: médicos, enfermeras, farmacéuticos, pacientes, familiares y cuidadores.
  • Apoyo familiar o sociales en los casos de pacientes dependientes.
  • Integrar la medicación y los hábitos saludables en la rutina diaria del paciente.
  • Adecuar y simplificar la posología de los tratamientos: cantidad de medicamentos, dosis y horarios.
  • Utilizar sistemas de dispensación personalizados (SDP), y recordatorios: alarmas, mensajes de aviso, calendarios, etc.
  • Las estrategias más efectivas son las que combinan más de una intervención: formación, responsabilidad compartida, seguimiento, simplificación de tratamientos, SDP, avisos, apoyos, integración en la rutina diaria, etc.
  • De forma continuada.

Conclusiones:

  • Vale la pena cumplir los tratamientos.
  • Los resultados en salud son muy mejorables si se aumenta la adherencia.
  • El aumento de la adherencia es multidisciplinar, requiere mejorar la comunicación, aumentar la formación, debe hacerse de forma continuada y precisa de ayudas y apoyos.
  • Requiere cambios en la conducta de los pacientes respecto a cómo afrontamos las enfermedades y el compromiso personal de asumir la parte de responsabilidad que les corresponde en los resultados en salud que consiguen.

Aumentar la efectividad de las intervenciones que abordan la adherencia puede tener una repercusión mucho mayor sobre la salud que cualquier mejora de los tratamientos (OMS).

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