José A. Oteo. Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario San Pedro y Representante Institucional del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos

¿Qué puedo hacer yo para combatir la resistencia a los antibióticos? 

La resistencia a antibióticos, que son los fármacos que utilizamos para combatir específicamente a las infecciones producidas por bacterias y hongos, son un gran problema de salud que ponen en peligro la medicina moderna y nuestras vidas. Si usted está leyendo o escuchando este mensaje, tómeselo en serio, y si no, recuerde el cuento “Pedrito y el lobo”. Aunque ahora mismo piense que siempre estamos alarmando, el lobo ya ha llegado y, este lobo, es muy feroz. Igual a usted, o a alguno de sus familiares aún no le ha dado una dentellada, pero en España y en el mundo mata a miles de personas todos los años.  No estamos hablando de la COVID-19, que ha confinado y matado a millones de personas en un corto periodo de tiempo, y que algunos decían que nos iba a cambiar la vida. Estamos hablando de lo que se ha denominado la “pandemia silente”.  De no cambiar la tendencia, se anuncia que será la primera causa de muerte en 2050, superando a las enfermedades cardiovasculares, cáncer…

Y ¿para qué me cuenta esto? ¿Por qué nos asustan? Trabajen, investiguen. Que las autoridades destinen más recursos. Tiene razón, pero la solución debe ser global, y usted puede contribuir.

Sabemos que el uso y, sobre todo, el mal uso de los antibióticos son la principal causa de desarrollo de resistencias. Así que tome nota: 

  1. Solo tome antibióticos cuando se los recete un médico.
  2. Los antibióticos, no son como los analgésicos o como los fármacos para bajar la fiebre, que uno toma cuando le duele algo o para bajar la temperatura. Hay que tomarlo a la dosis y horas que se le indique, durante los días que le hayan prescrito.
  3. Recuerde que, aunque ya no tenga las molestias que motivaron la toma del antibiótico, debe seguir las indicaciones y finalizar el tratamiento.
  4. Lavarse las manos frecuentemente es muy importante. Así podemos eliminar bacterias y otros agentes infecciosos que nos pueden provocar enfermedades o que podemos transmitir a otros. De verdad, tener higiene de manos salva vidas.
  5. Limpie y desinfecte bien las ensaladas y los alimentos que así lo requieran. No rompa la cadena de frio en los alimentos para que no se propicie el crecimiento de las bacterias y las toxinas que pueden producir.
  6. Cuando vaya a viajar a un país en vías de desarrollo, asesórese sobre los posibles riesgos infecciosos y siga las indicaciones que le indiquen.
  7. Cuide y desinfecte a sus mascotas. Pueden ser fuente de infección directa o mediante sus artrópodos vectores.
  8. Vacúnese según las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias y de su médico.
  9. No tenga sexo sin protección (preservativo).
  10. Tenga en cuenta que la gripe, la COVID-19 y muchas de las infecciones respiratorias que nos afectan frecuentemente están provocadas por virus y estos no se curan con antibióticos. Si se los autoadministra solo se beneficiará de los afectos adversos de los antibióticos y estos pueden ser muy graves.