Esta Unidad, que en actualidad está integrada por tres especialistas, diecinueve enfermeras, nueve auxiliares, y cuenta con once incubadoras y trece puestos de cuna, se encarga de coordinar el conjunto de acciones e intervenciones que ayudan a completar o estimular el desarrollo de los niños que se encuentran en situaciones de riesgo (niños prematuros, con bajo peso, con falta de oxígeno…) y a prevenir discapacidades. Además atiende a pequeños que presentan algún problema establecido (enfermedades crónicas como síndromes o parálisis cerebral) y que necesitan una atención interdisciplinar no tan solo de cuidados médicos y de enfermería en las Unidades neonatales, sino también de una serie de medidas centradas en cuidados del desarrollo en las que el niño y su familia son el punto central sobre el que giran los profesionales. En la Comunidad de La Rioja, este tipo de atención se inició en los años 90 en el Hospital San Millán, con la llamada Unidad de Estimulación Precoz que, con el paso del tiempo, la experiencia  y la puesta en marcha de las mejoras propuestas por el Libro Blanco de Atención Temprana, ha mejorado hasta adecuar las actuaciones y terapias a las diversas características de los niños y sus familias.

Actualmente la Unidad de Atención Temprana del Hospital San Pedro se compone de profesionales de Neuropediatría , Rehabilitación, Fisioterapia y cuenta con la colaboración del equipo de Neonatología que es donde se inicia la mayoría de las veces dicha atención durante el ingreso.  En la Unidad se desarrollan varios programas pero uno de los más pioneros e importantes es el Programa de Seguimiento del Desarrollo de los niños de Riesgo. En este  programa de seguimiento protocolizado  son esenciales las familias y su papel es indudable ya que participan desde el inicio cuando acuden a la Unidad Neonatal de puertas Abiertas donde se llevan a cabo varias intervenciones como el programa Canguro, las técnicas para estimular al bebé, los cambios posturales, los cuidados especiales, etc. Posteriormente se realizan controles periódicos en las consultas y salas de Atención Temprana como mínimo hasta los 3 años, edad en la que los niños son escolarizados, o prolongándose hasta los 6 años o más si es necesario.

Los profesionales de la Unidad colaboran también activamente con las Unidades de Atención Temprana de Servicios Sociales y de Educación mediante la coordinación por informes o reuniones periódicas. Cabe destacar además, como valor añadido, la colaboración entre la Pediatría de Atención Primaria y el equipo del Hospital que se realiza de forma fluida con el interés de dar continuidad  y acompañar a las familias en el cuidado de sus hijos.