Callosidades, juanetes, uñas encarnadas, fascitis plantar y diversas infecciones son las patologías más comunes

El dolor de pies puede llegar a condicionar la vida de quien lo sufre porque, además, en muchos casos, los problemas de los pies repercuten en las piernas, la cadera e incluso la columna. Las patologías más frecuentes de la podología son las hiperqueratosis, conocidas vulgarmente como durezas o callosidades, los juanetes y los dedos en garra. Todas estas patologías influyen en la pisada por lo que requieren tratamientos específicos que mejoren la salud del pie.

La forma del pie tiene mucho que ver con cada dolencia. Cada tipo de pie va asociado a una sintomatología y a una forma de andar característica. Las personas con pies planos suelen padecer también hiperlaxitud ligamentosa por lo que tienen un arco distendido y pies con tendencia a la pronación (el pie gira hacia dentro para distribuir el impacto al pisar). Esto provoca fascitis plantares y dolores en la zona del primer metatarsiano, en la zona del juanete, y favorecen la formación de juanete y su empeoramiento.

Los pies cavos, por el contrario, tienen el arco más elevado y suelen coincidir con un acortamiento de la cadena muscular tanto desde la fascia plantar del arco como por la parte posterior de la pierna, tendón de Aquiles, y gemelos. Eso provoca tensión muscular y dolor no solo en el arco del pie sino en la zona posterior de la pierna. Algunos dolores lumbares pueden venir dados por ese acortamiento muscular.

Lo fundamental para mantener unos pies saludables es elegir un buen calzado de materiales naturales y apropiado para cada actividad. El calzado inadecuado es la causa de la mayoría de las patologías que provocan dolor. El calzado más adecuado debe tener un poco de altura en el talón con respecto al antepié, no mayor de 3 centímetros. No se aconseja el calzado plano porque provoca más tensión en el arco plantar y en la fascia del pie. Las sandalias y las chanclas solo se aconsejan para ir a la playa y a la piscina con el objeto de evitar los hongos y las verrugas plantares que son infecciones víricas de contacto. Caminar con un zapato sin sujeción puede tener terribles consecuencias. Es también importante lavar los pies a diario y secarlos concienzudamente, especialmente entre los dedos antes de hidratarlos en la parte del talón, nunca entre los espacios interdigitales porque los macera. Imprescindible cortar las uñas de los pies de forma recta, pero no demasiado cortas y vigilar cualquier alteración como un engrosamiento o cambio de color, ya que pueden esconder distintas enfermedades.

Juanetes

El juanete es el engrosamiento de la articulación del primer dedo del pie con una desviación del mismo hacia dentro. Son un síntoma de un mal desarrollo del pie. Se forman cuando se altera el equilibrio de fuerzas que se ejercen sobre las articulaciones y los tendones del pie. Esto puede causar la deformidad. Aparecen tras años de movimiento y sobrecarga en la articulación metatarsofalángica. Las causas más frecuentes de aparición de juanetes son una incorrecta pisada, especialmente en personas con tendencia a meter el pie hacia adentro al caminar o bien aquellas que tienen un pie con mucha curvatura que genera un exceso de carga en la zona metatarsal. Uso de un calzado inadecuado por estrecho y abuso de tacones altos. La artritis reumatoide también afecta a la salud de los pies ya que se trata de una enfermedad degenerativa; y finalmente la genética que también favorece  el desarrollo de este tipo de malformaciones, sobre todo a partir de los 40 años.

Es importante acudir de manera temprana a consulta con un podólogo ya que los juanetes tienen solución y no hay por qué lidiar con el dolor innecesariamente. En estadios iniciales del juanete, se puede prevenir la evolución con soportes plantares, plantillas y separadores de silicona. En casos moderados y severos en los que ya hay mucha deformidad y el calzado molesta a diario y limita la vida cotidiana impidiendo caminar, hay opciones quirúrgicas.

Uñas encarnadas

La uñas encarnadas son un problema especialmente de adultos. Las uñas se encarnan cuando crecen hacia adentro de la piel produciendo inflamaciónenrojecimiento y dolor. Esto suele ocurrirles a personas que no se pueden cortar con asiduidad las uñas de los pies bien por falta de acceso o por problemas de visión. El peligro de esta patología es que las uñas encarnadas puedan llegar a infectarse. Para prevenir esta patología se recomienda que quienes no pueden cortarse asi mismos las uñas de los pies acudan a hacerse pedicuras de manera periódica.

Fascitis plantar

La fascia plantar es una banda de tejido elástico que va desde el talón hasta la zona metatarsal, debajo de los dedos. La inflamación de esta estructura, principalmente en la zona en la que la fascia se inserta con el talón es lo que se conoce como fascitis plantar, un problema muy común entre personas que practican running y entre aquellos que tienen sobrepeso. La fascitis plantar causa un dolor punzante en los talones. El tratamiento habitual suele combinar medicación antiinflamatoria con diferentes tratamientos encaminados a disminuir la inflamación: fisioterapia, crioterapia, estiramientos para automasajear la planta del pie, infiltraciones, plantillas personalizadas y en el peor de los casos cirugía.

Infecciones

Los pies suelen ser una zona húmeda del cuerpo que recibe poca ventilación y exposición al sol durante el año, ya que solemos llevar zapatos cerrados. Esto los hace especialmente propensos a infecciones en la piel, especialmente a hongos.

La onicomicosis es una infección en las uñas, causada en su mayoría por hongos dermatofitos. Es una patología contagiosa y muy frecuente en la población, sobre todo, en hombres de edad adulta. El medio de contagio idóneo para los hongos de las uñas es la humedad, que se incrementa por un exceso de sudoración o un mal secado de pies, entre otros. Esta patología también puede contraerse tras frecuentar zonas deportivas como piscinas, vestuarios o duchas públicas. Por ello, es fundamental utilizar sandalias en estos espacios para evitarlo en la medida de lo posible.

Otra infección frecuente es el pie de atleta, provocado por hongos dermatofitos. Es fácil de detectar ya que es visible por la descamación, a veces olorosa y molesta debido al prurito que provoca. Se puede expandir a lo largo de la zona plantar del pie, con afección en uno o los dos pies, pero donde mayor incidencia tiene y donde suele debutar es en la zona interdigital. Esta es una patología típica de deportistas debido al exceso de humedad acumulada en el interior del calzado por la actividad física y la maceración que puede provocar el sudor.